26 de junio de 2010

Una mala mañana.




Me despierto y miro el reloj. Las 7:15, tengo que estar en el colegio a las 7:30. A toda prisa me aseo, visto y preparo la mochila. No encuentro nada de lo que tengo que llevar, apenas consigo peinarme, no tengo tiempo para pedir monedas para el colectivo, iré caminando, entonces. Solo tengo tiempo para insultar a mi mamá por no despertarme. Pero no la encuentro, tampoco está el desayuno en la mesa, algo extraño. Y cuando salgo por la puerta, me doy cuenta de que hoy es sábado.

13 de junio de 2010

Fuertes pisotadas.


Fue aproximadamente hace una hora, venía de un almuerzo familiar, por el fin de semana largo; no era de mi agrado reunirme con ciertos familiares a los que yo poco apreciaba. Mi personalidad autista, me llevo a esconderme detras de los árboles. Allí sentado, el viento refresco mi rostro, fue como si recorriera mi sangre y mi pecho a la ves. Me sentía frío. Helado. Como si estuviera en off. Mi pecho no padecia ningun vacío sentimental pero algo semejante padecía. Mi mente, mi cabeza, mi cerebro, todo aquello que perteneciera a mi organismo, y reprodujera imagenes, era lo único que funcionaba. Sentía el efecto de un espejismo, alguien en frente se me acercaba, me apresure a sacar mi celular, simulando estar ocupado. No era nadie. Cada movimiento, parecía una señal, y cada una de esas señales, me indicaban algo, me indicaban el enfoque en algo. Pero no era un enfoque abstracto, era un enfoque en concreto, una pequeña luz, se asomaba, mi instinto deseba seguirla, pero algo hizo que la evitara, fue mi sombra, ella era la que se movia contraria a la luz. Confiaba en ella, y preferia seguirla. No fue mala opción; solo pasaron unos segundos cuando se escucharon miles de alarmas de relojes sonando a la ves, fue como si aturdiecen mi cabeza al instante y me paralizara. Quede intacto. Una brisa de polvo, me petrifico, y otra brisa de viento me desplomo, quede disuelto; en el suelo, sin forma ni pensamiento; y fue allí, cuando miles de personas, atravesaron sobre mí, como un desfile de inmensos soldados, tal cual como ahora, pisan sobre mi cabeza, y eso, realmente, aturde.

3 de junio de 2010

Sin compromiso, a nada.


No se si en verdad me siento del todo libre, no cuando tengo al lado, acompañándome, algunas objeciones, que no expresan un "agradable sujeto", sino criticas y etcéteras. Tampoco se si esta bien escrita esa última acotación, pero no me incumbe. Solo se soltaron un par de presiones, un par si es que tomo el tema a lo ligero; solté varias presiones, no son de la incumbencia obviamente del "lector", a lo que quiero es llegar, en algún punto es a esto...
Por lo general, tenemos más de un compromiso, más de dos diría yo, pero que es de aquel que tiene más compromisos, que los días que componen la semana. Verdaderamente, el inapropiado, el inexperto, el vago, es quien llena de objeciones al supuesto yo mismo, cuando solo ve poder cumplir solo uno de esos compromisos y/o obligaciones. El que apuesta a todo, es quien lo disfruta, quizas no ahora, ni tampoco mañana, pero de seguro, el disfrute llegara algún día, y vendra del brazo, de bastas oportunidades, para si poder sentirse del todo libre. Por ahora mi disfrute viene de la mano del basketball, sentirme tan pleno, tan útil, como en este deporte, me es imposible.
Creo que es ahora, cuando tomo más fuerzas, cuando tengo la derrota al alcance de la palma de mi mano, esa derrota, que prefiero imaginarla como una victoria, no concretamente, pero quizás moralmente, logra reconfortarme. Aunque por lo general no tiendo a considerar al campo de la moral, un factor importante, depende el obstáculo que se me presente, la moral se fortalece, y se podría decir que "funciona". A veces, y es cuando más lo ratifico, la moral, no funciona, no tiene índice y entonces se destructura, la moral ante casos de beneficio asegurado, no es necesaria, complica las cosas, y hace que se desequilibren.

Solo van pocas semanas de la invención de este blog por decirlo así, y no logro encontrar algo más fluido, ni las palabras que sujeta este sujeto al cantar; quizás, disfrute de mejor manera en poco tiempo, cuando logre hacerlo. Mientras tanto, creo que yo, que tendría que detenerme al escribir estos pequeños textos, aburridos y sin un poco de cohesión. Sera la próxima, supongo que me resultara más fácil un clic, accionando este sin sentido que más tarde.